"Interpretación de la importancia de cambio de paradigmas en el contexto educativo"
Un paradigma educativo es un modelo utilizado en la educación. El paradigma utilizado por un maestro tiene un gran impacto en la forma en que el estudiante se va a enfrentar al conocimiento y reaccionar ante este, aprendiéndolo o rechazándolo dependiendo de la forma en que es abordado.
De modo que los paradigmas innovadores pueden dar lugar a un aprendizaje dinámico, que estimule al estudiante, produciendo un cambio real en este.
Es importante un cambio de paradigama en el aprendizaje educativo ya que si se tiene un grupo de estudiantes escuchando al profesor dictar una clase es un modelo que cada vez pierde más terreno es decír interés en la clase.
De modo que la preocupación por el entorno y el aprendizaje completo del estudiante es uno de los objetivos que se analiza y que implica “centrar la educación en las necesidades del estudiante” como nuevo paradigma educativo.
No es una cuestión de pequeños ajustes o de añadir sobre lo construido. Hablamos de un cambio profundo en las instituciones educativas. Cambios en los medios utilizados, en la forma de hacer llegar los contenidos y en la forma de adquirirlos.
También un cambio en los valores de los que somos modelo. Un cambio en las formas de adquirir habilidades. Esto no era prioridad en el sistema educativo tradicional. Sin embargo, nuestros jóvenes lo van a necesitar en su vida adulta.
La escuela de hoy está caracterizada e identificada desde la aplicación de un modelo conductista, en el que se establecen unos parámetros que mantienen el estado de confort de muchos actores de la educación, quienes a su vez desvalorizan el uso de la palabra de los estudiantes generando resentimiento y exclusión. Unos estudiantes que anhelan avanzar hacia una educación integral, en la que se les integre fundamentalmente como personas.
Aunque existe de parte de algunos docentes cierto temor para arriesgarse a pasar de lo predecible hacia lo impredecible, es hora de traspasar ese paradigma hacia el deseado cambio. Un cambio que debe partir desde las aspiraciones de cada uno, en ese afán de innovar desde el aula de clase. Sería reflexivo acogerse a las palabras de Einstein, que invitaba a “no hacer siempre lo mismo, si se busca resultados diferentes”, pero, primordialmente, se deben hacer las cosas con gusto y con el corazón.
Por esta razón, se exhorta pensar en un Nuevo Paradigma Educativo de la Educación. Un paradigma que dimensione al estudiante como un individuo con derechos incluyendo su valor intrínseco. Un ser humano a quien se le respete como persona autónoma para desempeñarse y tomar decisiones, con un respeto enmarcado desde la espontaneidad individual a través de la acciones. Un ser a quien se eduque con sentido desde la libertad, sin descuidar sus límites, a quien se le brinde una razón de ser con coherencia de criterio y ejemplaridad, para que se sienta acompañado y atendido desde su integralidad de acuerdo con sus necesidades e intereses propios.
Es imprescindible el rol que desempeña el maestro de hoy, incluyendo sus retos y desafíos. Se requiere un docente actualizado y preparado para enseñar a pensar, un docente con vocación de servicio, apasionado y motivado por el interés de un alumno que aprende. Un educador que acompañe los procesos de búsqueda hacia la innovación partiendo de lo que le ofrece el entorno social, y lo que se puede desarrollar desde la libertad.
De esta manera, se podría afirmar que se está trabajando en la búsqueda del cambio, un cambio que surja desde el maestro, desde su actitud, desde esa transformación personal, como cambio paradigmático que avance hacia el bienestar del ser humano y que conlleve a la formación de seres autónomos, libres, críticos y constructores de futuro.
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